Primavera de 2005. El Clan Xaloc decide
hacer un viaje. Y se pone a preparar pulseras como extrajob para
sufragar parte del viaje.
Otoño de 2005. El Clan Xalox, en una
acampada en el apartamento de Lobo, decide que tienen que tomar una
determinación en cuanto al viaje para que éste salga adelante.
La época que pasé en el Clan, supongo
que como casi todo el mundo, es una de las épocas más movidas de mi
vida: todo lo que antes era un camino claro y sencillo, pasó a ser
un PR sin señalizar, y con la vegetación cubriéndolo todo. Y el
escultismo pasó a ser una cosa que no tenía un hueco definido.
Si me pongo a recordar cosas de la
preparación de ese viaje, sólo puedo encontrar en mi memoria dos
momentos. En el salón de Clan haciendo pulseras al principio de
verano de 2005, y esa acampada en noviembre de 2005. Los siguientes
recuerdos ya son del viaje en sí.
Sé que ese viaje fue el culmen de un
grupo de gente que más o menos fuimos creciendo juntos. Y visto con
el tiempo, ese viaje es una muestra de lo que fuimos. Preparamos un
viaje en plan hedonista. No digo ni que sea bueno, ni que sea malo.
Es lo que fuimos.
Pero bueno... pasemos al viaje. No
recuerdo cuántos días nos fuimos, pero el recorrido, sino recuerdo
mal fue:
Valencia-Milán-Florencia-Roma-Bari-Patrás-Zakyntos-Patrás-Bari-Roma-Valencia.
De Milán sólo vimos lo que nos dejó
el autobusero en el trayecto entre el aeropuerto y la estación de
tren. Pero la impresión de suciedad, se quedó en mí. Y el trayecto
desde Milán hasta Florencia fue eterno.
Ya en Florencia, creo recordar que
pasamos dos noches... en dos albergues diferentes. La segunda noche,
más cerca del centro de la ciudad, para poder disfrutar más de la
noche florentina.
Después visitamos Roma... y no
recuerdo muy bien cuántas noches dormimos allí. Sólo sé que por
la ventana del albergue vimos una pelea al estilo “Jersey Shore”.
Visto Italia, nos dispusimos a
emprender el camino a Grecia, con destino a Atenas... pero en el
último momento cambiamos de idea. Fuimos hasta Bari para coger el
barco hasta Patrás. Y una vez allí, llegó el gran dilema: ir hasta
Atenas nos hacía perder un día de viaje en traslados... así que
decidimos irnos directamente hasta Zakyntos.
Zakyntos. Impresionante isla.
Impresionantes playas. Impresionante filetes de carne que nos comimos
en el camping.
Y vuelta hacia atrás. Dormimos en el
barco hasta Bari. Y el último día dormimos en el aeropuerto de
Roma, por miedo a que al día siguiente no hubiera bus tan temprano
para poder ir al aeropuerto. Valencia.
Entre medias quedan todos los recuerdos
que de verdad conservaremos: Todos los Marleys, colchoneta, “!He
dicho, que qué día!”, inglesas “sueltecitas”, madrileños
compartiendo barco, “Anastopoulos” flirteando, buscar un
McDonalds para comer algo antes de volver al albergue, y después
buscar un bus que nos dejará cerca del albergue, y después llegar
al albergue sanos y salvos, aprender a tirarse de cabeza, quemarnos
en la playa, y parar el tiempo para quedarnos siempre allí...
Visto con la distancia del paso del
tiempo, quizá no nos curramos un viaje increíble. Quizá no
preparamos nada más allá de lo justo y necesario... Pero ese era el
viaje que nos tocaba a nosotros. Nunca habíamos sido los mejores en
preparar empresas, ni actividades, ni en responsabilidad... Pero qué
demonios: ¡Nos lo pasamos de puta madre!
Y de esa época turbia aprendí una
cosa sin darme cuenta: Quería ser scouter. Entre otras cosas para
poder darle la posibilidad a otro Clan Xaloc a que enseñe el nombre
del WigWam por el mundo... y mis pioneros ya están dándole vueltas
a un posible viaje para cuando estén en Clan...
Héctor Canorea
No hay comentarios:
Publicar un comentario