martes, 25 de junio de 2013

V-A-L-O-R-E-S

   Llevamos desde hace bastante tiempo oyendo mensajes acerca de la falta de valores de la sociedad actual. Hablan los políticos, los medios de comunicación, la iglesia, todo el mundo. No hablan de falta de buenos o malos valores, hablan directamente de falta de valores.

   Pero si nos permitimos el lujo de observar con detenimiento a la sociedad, podremos encontrar cómo se transmiten valores por doquier: “competencia” en las escuelas mediante la puntuación de los conocimientos adquiridos; “conformismo” a través de los medios de comunicación acerca de la situación política y económica actual ; o “compañerismo” desde una falla o una asociación de vecinos.

   En Benicalap existe una asociación que llevamos 45 años transmitiendo los valores del escultismo: respeto, honestidad, compromiso, espiritualidad, diálogo, inquietud, justicia, austeridad y libertad. Somos el Grupo Scout Wig-Wam.

   Durante todos estos años hemos intentado transmitir estos valores a los jóvenes del barrio, y por ende a sus familias.

   Nosotros no creemos que en la sociedad actual haya una falta de valores más importante que en épocas pasadas; simplemente creemos que actualmente la gente tiene menos tiempo para pararse a meditar sobre la importancia de estos valores y cómo transmitirlos y asumirlos.

   Esto nos supone un problema, pues nos encontramos con dificultades para encontrar jóvenes voluntarios que dediquen su tiempo libre a transmitir estos valores mediante nuestro centenario método. Así mismo, tenemos problemas para hacer comprender a los padres la importancia de esta educación no formal que damos desde los scouts, y por supuesto cada vez es más complicado hacer nuestro trabajo de manera llamativa para que los niños se sientan atraídos hacia nosotros sin desviarse a todas las diferentes formas de ocio que ofrece la sociedad.

   Entre los valores que intentamos transmitir, no observamos ningún valor dañino para la sociedad. Es más, todos los estamentos que se dedican a propagar la falta de valores actualmente, hablan acerca de unos valores que estarían muy cercanos a los mismos que intentamos transmitir nosotros.

   Últimamente nos hemos encontrado un problema añadido a los habituales de nuestra posición. Nuestro párroco, el párroco de nuestro barrio y de nuestra entidad patrocinadora, la Iglesia de San Roque de Benicalap, considera que nuestro trabajo no es suficiente. Debemos reorientar nuestro enfoque. Considera que debemos ir un paso más allá, que nuestra labor con los chavales no es completa. Chavales de entre 7 y 16 años que los sábados por la tarde los pasan reunido en los locales y jugando, en lugar de irse a otros lugares mal vistos por parte de la sociedad para gente de esa edad. 

   Perfectamente entendible es la posición de nuestro párroco. Los locales pertenecen a la Iglesia, y como tal, en ellos debería realizarse una labor más acorde al catolicismo. Aunque la Iglesia Católica comparta nuestro punto de vista en que estos valores deben estar presentes en la sociedad.

   Pero hemos llegado a una disyuntiva importante para nuestro grupo, y creemos que es extrapolable a la sociedad.
   Si cada asociación, ya sean los scouts, la iglesia o cualquier otra asociación se centra sólo en su objetivo más concreto y se olvida del objetivo general, que es el de mejorar la sociedad, ésta no mejorará nunca, pues siempre estará enfrentada por los intereses individuales. 

   Esperemos encontrar el camino para seguir mejorando nuestra sociedad, quiero decir, NUESTRO BARRIO.



Héctor Canorea

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