jueves, 7 de marzo de 2013

De otra manera




    Ya se nos acerca el verano. Sin darnos casi cuenta, hemos empezado a sudar, la ropa de los armarios parece que sobra, los domingos quedamos en la playa y por las noches apetece ir en moto.

    Se nos ha pasado un poco lo acogedor del invierno y tenemos mucha prisa por todo, la vida se nos ofrece tan atractiva, que parece como si siempre se nos hubiera prohibido vivir.

    En ese afán por ser nosotros mismos parte del sol, del mar, del bosque, de la brisa, nos escapamos de la ciudad y juntos nos vamos de campamento.

    Nos esperan días de duro trabajo, si queremos que este sea un buen reencuentro, con un trocito de mundo vivo. Sí, la naturaleza está viva, palpita en cada hoja, en cada río e incluso en cada hormiga que pisamos. Un mundo sin humos, ni coches, ni kioskos... ¿cómo vamos a soportarlo?, ¿cómo vamos a estar con niños más pequeños que nosotros?, ¿cómo voy a dormir en el suelo?, ¿Cómo voy a cocinar?, ¿cómo voy a coserme los botones de la camisa... ¿CÓMO?

    Pues lo haremos, lo vamos a hacer, no es tan difícil... ¿verdad?

   Podemos considerarnos afortunados por poder respirar, por poder ver un cielo limpio y estrellado, por contemplar simplemente la tierra húmeda. Mientras, en la ciudad, nuestros amigos irán de copas, verán los vídeos de moda en su televisión en color, seguirán como todos los días haciendo las mismas cosas.


    Vamos a tener la oportunidad de romper esa rutina, vamos a tener la satisfacción de crear un mundo para nosotros en el que las cosas que creíamos indispensables van a dejar de serlo, en el que palabras como compañero, ayuda, compromiso, libertad, amistad, van a dejar de serlo.

    Como cada año nos iremos y volveremos, aprenderemos algunas cosas, a lo mejor enseñaremos algo, e incluso descubriremos que hay motivos por los que volver el año próximo.

    Estamos juntos para divertirnos, para no olvidar este verano, para intentar que el año que viene empecemos con más ganas, que consigamos pintar la tropa, que aparezcan los pioneros, que los lobatos sigan alborotando en el cubil, que el clan se vaya a los Pirineos, que vengan los que se fueron a servir...

    Ya viene el verano, como cada año, como siempre, ya viene y espero que sean muchos veranos juntos, como este.

    No podemos perder esta ocasión.

Pili.
 
Publicado en “Palabras” nº 13.(alrededor de 1986)


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